Lein estaba muy contento de ver a sus hermanos, a pesar de que era la primera vez que los vía, tenía muchos recuerdos heredados del Antiguo dueño se su cuerpo. Kara era la hermana del medio y los dos pequeños gemelos, Noa y Jin, eran los que le seguían en edad. También Estaba la pequeña Mei, de tan solo 6 años. Aunque esta última no estaba con ellos.
—Lein cómo has cambiado! —dijo Kara muy sorprendida, mientras miraba a Lein de arriba a bajó una y otra vez.
El Lein qué Kara recordaba era un chico flacucho y enfermizo, pero la persona que estaba frente a ella era completamente distinta, era un joven alto y fuerte, no aparentaba para nada tener 14 años. A pesar de ser una versión muy cambiada de su hermano mayor, su rostro era el mismo de siempre, solo que un poco más apuesto.
—Bueno, supongo que trabajar en la mina me ha fortalecido. Además me alimentan muy bien a allí.
—¡OH! El hermano Lein se ha vuelto muy fuerte, ahora podrá defendernos de esos chicos que siempre nos molestan.
—No seas tonto "Jin" el hermano Lein es un esclavo, y no puede cuidarnos todo el tiempo, debemos aprender a defendernos nosotros mismos de esos bravucones. —replicó el pequeño "Noa", mientras miraba con asombro a su hermano mayor. A pesar de que Lein no había vuelto a casa, desde que fue vendido como esclavo, solo habían pasado unos meses, y sus hermanos no podían creer el cambio que había tenido en tampoco tiempo.
—Bueno al menos puede pegarles un buen susto, ahora que ha venido a visitarnos. Esos bravucones no tienen que saber que el hermano ley no estará aquí todo el tiempo.
Los gemelos eran los hermanos que seguían a Kara en edad, tenían tan sólo 10 años, y al parecer algunos niños de casas vecinas los molestaban. Antes nunca se les hubiese ocurrido pedirle a Lein que los defendiera, ya que Lein era un chico flacucho de apariencia enfermiza, que a primera vista daría más lástima que miedo.
—Chicos dejen de molestar a Lein, él acaba de llegar a casa y debe estar cansado.
Kara a pesar de tener tan sólo 12 años, era una chica muy responsable para su edad, ella era casi siempre la encargada de cuidar a sus hermanos menores, ya que su padre había estado enfermo y casi no podía trabajar, por esta razón fue que Lein tuvo que ser vendido como un esclavo. Su madre era la que se encargada de conseguir algo de dinero para poder comer, pero al ser mujer esto no era fácil para ella, ya que había muy pocos trabajos que podía desarrollar.
El dinero que obtuvieron al vender a Lein no era mucho, y la mayoría de este se había utilizado para pagar algunas deudas, también parte del mismo se utilizó para comprar medicinas, tratando de mejorar la salud de su padre. Pero este, realmente no había mejorado mucho, ya que con el poco dinero que tenían, no alcanzaba pagar por buenas pociones o un Médico de Prestigio.
Al final del día el dinero no alcanzó para mucho y ya casi se había acabado por completo, su padre aún seguía con mala salud, y las deudas se empezaban a acumular nuevamente.
A pesar de que esta no era su verdadera familia, ya que Lein había reencarnado en este cuerpo hace tan solo unos días. Los sentimientos del antiguo Lein se transmitían fuertemente hacia él, por medio de los recuerdos. Sabía muy bien, que él, quería muchísimo a sus padres y hermanos, y que el mismo acepto que lo vendiera como esclavo para ayudarlos.
—¿Chicos donde estan Papa, Mama y la pequeña Mei?
—Ellos están en casa, nosotros fuimos por agua, ya que padre hoy esta peor de salud y Madre no pudo ir a trabajar por cuidarlo.
El padre de Lein era un pequeño comerciante que cayó en la ruina, y tuvo que trabajar cazando bestias monstruo junto a otros hombres del pueblo, para mantener a su familia. Pero hace unos meses atrás, resultó herido en una cacería. Aunque no murió, sufrió una grave herida y desde entonces no ha podido recuperarse.
—¡Hola Familia estoy en casa! —exclamó Lein en voz alta y una gran sonrisa, mientras entraba en la humilde choza.
Inmediatamente, los ojos cansados y ojerosos de sus padres se posaron sobre el. Un par de sinceras sonrisas emanaron de sus rostros casi al unísono. El rostro de su padre se veía sombrío y pálido. Posiblemente el resultado de estar gravemente herido durante mucho tiempo. Su madre no estaba enferma, pero el cansancio y la preocupación en su cara eran muy evidentes.
—¡Lein como has crecido! —dijo su madre mientras se acercaba hacia él, y lo abrazaba tiernamente.
—Es normal que los chicos den un estironazo a esas edades mujer...Cof, cof, cof
El padre de Lein, trató de ponerse de pie para saludar a su hijo. Lein al ver que tosía con dolor, se apresuró rápidamente a su lado y lo detuvo.
—Tranquilo papá no te levantes, no hay necesidad. —dijo Lein mientras lo sujetaba y lo ayudaba a sentarse en su cama.
—Gracias hijo, tu padre ya no es lo que solía ser y esta herida no quiere sanar.
El padre de Lein era aún un hombre joven, de unos 37 años. Pero estos últimos meses en cama en cama, lo habian demacrado y aparentaba tener más edad.
—¿Que has estado tomando?, ¿Por que tu herida no sana?
—El médico le dio a tu padre varias hierbas curativas, al principio pareció funcionar, su salud mejoró un poco. Dijo que la criatura que lo atacó era un poco venenosa, y eso impide que se recupere por completo. Al parecer ocuparía una antidoto de nivel bajo, pero este es muy caro y no tenemos suficiente para comprarlo, el dinero que nos dieron por ti casi se acabó.
Un par de lágrimas corrieron por las mejillas de la madre de Lein, mientras explicaba la situación. Kara sujetaba su harapiento vestido con fuerza, mientras sus manos temblaban. Los ojos de los más pequeños se llenaban de lágrimas al ver la triste situación de su padre.
—¡Vendamen a mi tambien! —gritó Kara con determinación— De esta forma podrán comprar las medicinas que papá necesita.
—¡No!...Eres una chica, correrías mucho peligro. Hay hombres muy malos haya fuera, que podrían tener malas intenciones contigo.
El padre de Lein movía su cabeza en negación, mientras explicaba a Kara que ella no podía ser vendida bajo ninguna circunstancia. Él sabía que una chica tan joven como ella corría mucho peligro y prefería morir antes que eso pasara.
Kara bajo su cabeza con tristeza, pero no estaba decidida a rendirse y volvió a replicar a su padre.
—Padre no te preocupes, no pediremos mucho, solo lo necesario para que compres el antídoto, si mueres nuestra situación será aún peor. —la chica estaba decidida a salvar a su padre a cualquier precio y lo le importaba lo que le pudiera pasarle.
Lein recordó en ese momento, que en el botín que obtuvo del cultivador que mato, habian 3 frascos de pociones, que decían veneno. Pero no les dio mucha importancia en ese momento, así que los sacó y empezó a revisarlos. Al hacerlo noto que los mismos tenían una pequeña etiqueta con indicaciones.
En grande decían Veneno, pero las letras mas peñas decian; Antídoto para venenos de nivel bajo, antídoto venenos de nivel medio y antídoto para venenos de nivel alto.
No era raro que los cultivadores usarán veneno en sus peleas, o que se enfrentarán a bestia monstruo venenosas, así que casi todos llevaban estos antídotos con ellos, para emergencias.
—Toma padre esto te ayudará. —los ojos del padre y la madre de Lein se salían de sus orbitas al contemplar el pequeño frasco de antídoto, la madre de Lein había ido a preguntar y lo habia visto, asi que conocía a la perfección su apariencia, solo que no tenía el dinero para comprarlo.
El padre de Lein como antiguo comerciante lo conocía aún mejor. En ese momento los dos se miraron al unísono y luego preguntaron a Lein al mismo tiempo.
—¿Cómo has conseguido esto?
—No te preocupes por eso, no lo he robado ni nada de eso, tomalo primero y luego te explicare todo.
El padre de Lein dudaba un poco si tomarlo o no, pero su mujer lo alentó a tomarlo, diciendo que Lein era un buen chico y que si el decia que no había problema lo tomara con tranquilidad.
Rápidamente destapó el frasco y lo tomo. Casi de forma inmediata , pudo sentir como esa densa oscuridad que había en su cuerpo desaparecía, aunque aun tenia la herida, se sentía mucho mejor y su pálida cara volvía a tomar color otra vez.
La madre de Lein miraba a su esposo con una tierna sonrisa de felicidad, no podía creer que el preciado antídoto que tanto había deseado obtener, llegara a ellos tan fácilmente. Ellos no habían terminado de asimilar su felicidad cuando Lein saco otro frasco y se los dio, diciendo.
—Ahora tomate este otro...
Sus padres casi cae de espaldas, al ver que Lein saco de forma casual una poción curativa de nivel medio. Esta era muy cara podía valer unas 500 puntos de intercambio en la tienda de la familia Locklar.
—¿Lein de donde has sacado tantas pociones? Estas son muy costosas. —dijo su padre sumamente consternado.
—No te preocupes Papá, te lo explicare todo... Pero primero tomala, lo más importante es que te recuperes por completo, Mama y los chicos han sufrido mucho por verte con mala salud. Por el dinero no te preocupes, tu bienestar el lo primero.
El padre de Lein dudaba si tomarla o no, ya que la poción era muy cara, y ya había tomado un antídoto muy costoso. Si se juntaran las dos pociones, valdrían casi todo el dinero que se les había dado por la venta de Lein como esclavo.
—Tomala querido, como dice Lein tu salud es lo primero, el dinero va y viene, pero estar sano no tiene precio. Una vez te recuperes podrás ganar dinero otra vez y mantener a la familia.
La madre de Lein "Elra", era sin duda la que más había sufrido en todo este tiempo. Tener que vender a su primogénito como esclavo, para salvar a su familia de morir de hambre. El ver a su esposo estar apunto de morir, sin poder hacer nada para remediarlo, era un dolor que se había clavado en su alma durante los últimos meses.
Al ver los ojos de súplica de su amada y devota esposa, junto a las miradas curiosas y expectantes de sus pequeños hijos, "Landro" el padre de Lein, destapó el frasco de la poción y se la tomó de un solo trago. Rápidamente un intenso calor recorrió su garganta y se extendió a todo su cuerpo, era una cálida sensación que poco a poco lo lleno de vitalidad. No solo se sentía completamente recuperado, también lleno de energía. Era como si hubiera rejuvenecido, algunos años.
Algunas personas ricas tenían la costumbre, de tomar las mismas pociones que usan los cultivadores cuando están heridos. Estas son ricas en energía de aura, plantas exóticas, minerales y partes de bestias monstruo. Por eso tiene muchos efectos beneficiosos en personas normales, como el aumento de energía y la vitalidad. Incluso se cree que las personas pueden hasta rejuvenecer algunos años, la primera vez que la toman.
—Bueno Lein creo que ya es hora que nos des una explicación de que rayos esta pasando aqui... ¿Por qué estás tan cambiado?... Y lo más importante ¿Como tienes tantas pociones?
Leandro miró a su hijo mayor de forma muy seria mientras se ponía de pie y estiraba su cuerpo, por primera vez, después de mucho tiempo.
